El proyecto Planeta Portugal nació del amor por Portugal. A veces tenemos que alejarnos de lo que más queremos para comprender la fuerza y la intensidad del amor que nos une (o nos unía). Eso es lo que me pasó a mí. Me costó 3 años vivir fuera de Portugal para reconciliarme con ella. Y entender que Portugal y yo somos uno. Descubrir mi país fue, es y seguirá siendo un viaje interior. Es mirar cada ciudad, cada pueblo, cada aldea y entender cómo hemos llegado hasta aquí, dónde estamos y hacia dónde vamos. Es mirar a nuestra gente y descubrirme a mí mismo. Y entenderme a mí mismo. Visitar y conocer Portugal es también un espacio y un momento de reflexión personal e individual. Un tiempo que dedico a descubrir mi país, a repasar su historia y a pensar en mí, y a pensar en nosotros, los portugueses. Un viaje interior que quiero hacer. Un viaje interior que tengo que hacer.

Cada plan de viaje contiene un deseo de futuro (el mismo que, por definición, nunca llega). Pero cada lugar que visito me acerca a un pasado que el tiempo ha cerrado. Un deseo de futuro que me lleva a un pasado que ya no vuelve y a los que sólo viven en mí: mis abuelos, mis tíos, algunos amigos, algunos amores y mi padre… Hoy sólo viven en mi corazón pero me acompañan en cada kilómetro que recorro. Cuando estudio, visito y descubro Portugal pienso en ellos y comprendo mejor quiénes eran y puedo vislumbrarlos paseando por el Portugal de su tiempo. El mismo país que hoy es nuestro. Es mío y es tuyo. Viajar es un placer. Quizás uno de los más grandes que podemos experimentar. Pero cuando conocemos la historia y el alma del lugar que vamos a visitar, ¡nuestra visita adquiere otra dimensión! A lo largo de este proyecto queremos darte una visión completa de cada lugar que visitamos con la esperanza de enriquecer tus viajes hasta el límite, hasta los huesos.

¡Buen viaje!